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lunes, 1 de agosto de 2011

¿Debemos preocuparnos por la banca rota de los Estados Unidos?

¿Debemos preocuparnos por la banca rota de los Estados Unidos?, sobretodo si pareciera que las noticias son menos alarmantes en nuestros países que cuando se habló de la condición de Portugal, Grecia, España y no sabemos si pronto Italia. La respuesta es sencilla: Sí.

La crisis de los Estados Unidos podría tener repercusiones en nuestra región (me refiero a Latinoamérica y principalmente a los países con economías dolarizadas como son El Salvador, Ecuador y Panamá), se vería disminuida la liquidez, la capacidad de consumo (por aumento del precio de los bienes y servicios), la confianza del mercado (porque sí, el mercado se mueve por proyecciones, supuestos y promesas de futuros basados en el presente.), la inversión extranjera, el aumento de las tasas de interés y la depreciación de las monedas. Sin embargo la historia no termina ahí, también afectaría a los exportadores, a los programas y proyectos conjuntos, o aquellos de cooperación y apoyo, así como la confianza y la seguridad económica, porque la economía estadounidense pesa, es importante y nosotros tenemos interdependencia.

Para este insecto lo más alarmante es que se tienen dos escenarios no muy halagadores: Europa tratando de sacar adelante a algunos de sus países de la eurozona con economías en bancarrota y crisis institucionales de años y la de Estados Unidos, cuya deuda del PIB representa un 97%, eso no da miedo, genera pánico y poco margen de acción; otra vez pone sobre la mesa el cuestionamiento del modelo de desarrollo imperante, tema para analizar en otro momento.

Ante todo esto, es importante señalar que América Latina se ha preocupado en las últimas dos décadas de diversificar sus productos y mercados de destino; mejorado sus políticas monetarias, así como ha demostrado que cuenca con herramientas, recursos y fortalezas para enfrentar este tipo de crisis. Pero, porque siempre hay uno en las historias, no se puede negar tampoco que aún gran parte de las exportaciones siguen enviándose a Estados Unidos, así como hay economías latinoamericanas dependientes de las remesas (El Salvador, Ecuador y México), que aunque en menor medida se depende de la economía europea, hay relaciones necesarias de cuidar y finalmente, a pesar de que se ponen los ojos sobre los mercados asiáticos, aún se encuentran en una etapa incipiente, con lo cual falta mucho por decir.

La pregunta se la devuelvo a usted. ¿Dejar su dinero en dólares o en la moneda nacional? ¿Mantener su dinero en euros o en la moneda nacional?, ¿Retirar su dinero e invertirlo en metales u otros ámbitos más seguros?  No soy economista o tengo una "bola de cristal", más lo que sí le diría es: esperemos un poco, observemos de cerca, pues a pesar de la contienda campal de los Republicanos y los Demócratas, de la lucha y la incertidumbre, Estados Unidos y sus gobernantes no están dispuestos a dejar caer una de las economías más importantes del mundo.

Saludos,
Eva
Mirada Mundial, Mirada de Insecto

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